Nací en la ciudad de las palmeras un 27 de enero de hace 37 años y a pesar de ser un frío día de invierno, decidí madrugar: por aquello que dicen de … “a quien madruga alguien ... le ayuda”.
Viví en una partida rural muy cerca de la ciudad de Elche, donde tuve una infancia feliz junto a mi familia. Disfruté mucho junto a mi hermana mayor, mi hermano pequeño y mis amigos de las oportunidades que el vivir en una zona rural y tranquila me ofrecía.
Aunque siempre fui buena estudiante, mis padres no podían hacer frente a tres carreras universitarias; así que cuando finalicé la EGB, pasé a estudiar Formación profesional en el instituto; concretamente la rama de Administración. En este sentido, tengo que decir que desde pequeña me atrajeron mucho ambos campos: educación y administración.
Antes de finalizar la F.P. comencé a trabajar en un despacho; y aunque mi intención era comenzar la carrera de magisterio al terminar el instituto, no resulta fácil dejar un trabajo que te gusta.
En el año 2000 me fui a vivir con mi pareja y padre de mis dos hijos. Él siempre me apoyó y me animó para que estudiara aquéllo que siempre quise: magisterio. Cuando tuve a mi hija, Elena, dejé de trabajar porque quería disfrutar de la experiencia de ser madre; después llegó Alberto. Cuando el pequeño tenía 18 meses decidí comenzar con los estudios universitarios y no retomar la actividad laboral. Ahora mi hija mayor, Elena, acaba de cumplir 6 años y Alberto, el pequeño, cumplirá 4 años en marzo.
Estoy muy contenta con la decisión que tomé de comenzar la carrera de Maestro de E.P. y, a pesar de no dedicarle todo el tiempo que me gustaría, estoy bastante satisfecha con los resultados que voy obteniendo. No resulta fácil conciliar la vida familiar con los estudios, ya que una parte siempre resulta mermada de atención, pero gracias al apoyo y a la ayuda que recibo de mi familia, intento llevarlo de la mejor manera posible.
